lunes, 16 de octubre de 2017

Manifiesto sobre la Educación Inclusiva

Mucho se está hablando últimamente en multitud de medios y por diversos colectivos de promover, fomentar e inculcar la denominada “educación inclusiva”.

Según la UNESCO la educación inclusiva se define como “el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación”.

Y especifica que “la educación inclusiva significa que todos los niño/as y jóvenes, con y sin discapacidad o dificultades, aprenden juntos en las diversas instituciones educativas regulares (preescolar, colegio/escuela, post secundaria y universidades) con un área de soportes apropiada”.

Escuchamos a multitud de profesionales, entidades, asociaciones y políticos defender este tipo de educación como lo mejor que puede haber y de esta forma ofrecer las mismas oportunidades a todos por igual reduciendo la exclusión al mínimo o por completo.

Nosotros, padres y madres de alumnos del Colegio de Educación Especial Niño Jesús del Remedio, no somos juristas, ni pedagogos, ni políticos, pero queremos manifestar nuestra opinión al respecto desde el punto de vista de padres. De la experiencia educativa que cada uno de nosotros hemos vivido con nuestros hijos.

Todos hemos realizado un periplo por diversos centros educativos experimentando la integración, o más bien podríamos llamar “desintegración”, a la que se han visto sometidos nuestros hijos. Desde ponerlos a dibujar en una clase de matemáticas porque ellos no siguen o no entienden lo que el profesor está explicando, no disponer de PT cuando le corresponde porque este tiene que suplir algún otro profesor que está de baja, compañeros que no les dejan jugar con ellos porque son “diferentes”… y un largo etcétera que demuestra la inútil y cruel situación que han vivido cada uno de nuestros hijos durante varios años.

Cuando escuchamos frases como “aprenden juntos en las diversas instituciones educativas regulares con un área de soportes apropiada” y después de haber vivido un cúmulo de calamidades e injusticias no podemos menos que poner serias dudas al respecto.

Cuando nuestros hijos han llegado al colegio de educación especial Niño Jesús del Remedio nos hemos dado cuenta que existe otro tipo de educación, otras alternativas diferentes muchísimo más útiles y que redundan en el bienestar de nuestros hijos.

Cuando hemos tenido la oportunidad de experimentar estos dos mundos nos damos cuenta que la educación inclusiva tiene sentido en preescolar y si acaso en primaria con muchísimas mejoras a la situación actual. Pero según crecen en edad también crece el distanciamiento con sus compañeros y divergen totalmente las necesidades educativas. Creemos que nadie entendería, por poner un ejemplo caricaturesco, juntar estudiantes de medicina y derecho a estudiar en el mismo aula.

Dependiendo del tipo de discapacidad y grado, las necesidades educativas difieren en gran medida y no tiene lógica compartir un aula cuando unos tienen que aprender ecuaciones de segundo grado y otros el manejo del euro (por ejemplo).

Por todo lo expuesto, desde la Asociación de Padres del Colegio Niño Jesús del Remedio y basándonos en la experiencia real de multitud de familias así como el bienestar que experimentan nuestros hijos, creemos firmemente que debe de haber centros especializados para cada tipo de discapacidad y grados basados en el desarrollo, no tanto de áreas instrumentales, sino en lograr el mayor desarrollo personal posible mejorando habilidades sociales cuyo objetivo final es la autonomía de los alumnos en todos los ámbitos de la vida.

En cualquier centro ordinario el desarrollo de las áreas curriculares se convierte en el objetivo prioritario, dejando de lado el desarrollo de áreas instrumentales y otras habilidades fundamentales para la vida ya que se considera que los alumnos los conseguirán a lo largo del proceso de maduración. Al mismo tiempo los profesionales de centros ordinarios no cuentan con la formación adecuada a cada discapacidad para conseguir el desarrollo de estas habilidades frente a la profesionalización de los docentes en centros de educación especial.

Además consideramos muy importante que cada colegio mantenga el perfil de discapacidad adecuado no considerándolos un saco donde quepa todo por las siguientes razones:
- Los alumnos se sienten entre iguales y se favorecen las relaciones entre ellos.
- Los profesionales elaboran programas especializados y se avanza en nuevos objetivos.
Y para conseguir todo esto es muy importante:
- Realizar una buena valoración de cada alumno para determinar el tipo de centro específico que se adecue a sus necesidades.
- Que la adjudicación del centro de educación especial sea por las capacidades de cada alumno no por puntos (hermanos, domicilio, etc).

Y volviendo a una frase del documento de la UNESCO: “La educación es un derecho, no un privilegioconsideramos que el colectivo de discapacitados intelectuales tienen derecho a una educación específica pensada, diseñada y dirigida a ellos con el fin de prepararles para una vida digna.

Por otra parte defendemos y compartimos el derecho de cada familia a elegir el centro y el modelo educativo que considere más oportuno en cada etapa escolar y disponer de una oferta plural y de calidad que de respuesta a las diferentes necesidades.

Este manifiesto queremos compartirlo y difundirlo entre todos los padres, profesionales, entidades y asociaciones de tal forma que si están de acuerdo con el mismo lo asuman como propio, lo compartan y divulguen a todos los niveles y autoridades competentes.



APA CEE Niño Jesús del Remedio

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